Aunque a final de cuentas importa entre poco y nada lo que yo piense, de cualquier manera lo quiero dejar en claro: un rotundo NO a la ley antitabaco. Las razones son múltiples. Sin entrar en la discusión de si los mentados lugares públicos son en realidad propiedad privada en la que se puede negar o permitir acceso a quien sea, esta ley no está motivada por la salud. No. Está impulsada por la intolerancia. Dicen que "los fumadores pasivos también se enferman" y están en todo lo correcto. Pero habría que ser muy inocente para pensar que la gente que fuma de segunda mano se enferma por ir a lugares donde hay fumadores, a menos que estén ahí diario y a todas horas, algo que evidentemente no sucede.
Se podría alegar que los que trabajan en establecimientos como bares, antros y restaurantes sí están expuestos al humo del cigarro de manera constante. Pero bajo esa misma lógica, debe de ser prohibido fumar en tu propia casa si tienes empleados domésticos o inclusive miembros de tu familia que no fuman. También una de las grandes mentiras es sobre los costos de salud que causan las enfermedades relacionadas con el tabaco. No es que los costos no existan, sino que los fumadores al vivir menos tiempo absorben menos costos que los no fumadores, quienes eventualmente, aunque no lo crean, también morirán.
Si la salud fuera realmente la preocupación ya hubiéramos visto iniciativas que busquen sacarnos del segundo lugar mundial en obesidad y dejar de ser uno de los líderes del mundo en enfermedades relacionadas con esto, empezando con la diabetes. Es evidente que es una clara imposición que busca delimitar los derechos individuales, imponiendo los prejuicios intolerantes de unos pocos en los derechos de la mayoría de la población. Esta es una de las características del fascismo.
Se podría alegar que los que trabajan en establecimientos como bares, antros y restaurantes sí están expuestos al humo del cigarro de manera constante. Pero bajo esa misma lógica, debe de ser prohibido fumar en tu propia casa si tienes empleados domésticos o inclusive miembros de tu familia que no fuman. También una de las grandes mentiras es sobre los costos de salud que causan las enfermedades relacionadas con el tabaco. No es que los costos no existan, sino que los fumadores al vivir menos tiempo absorben menos costos que los no fumadores, quienes eventualmente, aunque no lo crean, también morirán.
Si la salud fuera realmente la preocupación ya hubiéramos visto iniciativas que busquen sacarnos del segundo lugar mundial en obesidad y dejar de ser uno de los líderes del mundo en enfermedades relacionadas con esto, empezando con la diabetes. Es evidente que es una clara imposición que busca delimitar los derechos individuales, imponiendo los prejuicios intolerantes de unos pocos en los derechos de la mayoría de la población. Esta es una de las características del fascismo.
1 comment:
Completamente de acuerdo. Creo que es de lo mas absurdo que el gobierno le ande diciendo a los duenos de establecimientos comerciales como debe manejar eso de fumar o no fumar. En mi opinion, todo eso debe ser desicion de los que administran ese negocio y punto.
En lo personal detesto el olor del cigarro, pero no por eso querria que le quiten el derecho de fumar en lugares cerrados a la gente.
Si el dueno del local decide no permitir fumar, pues perfecto. Su desicion.
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