Thursday, February 09, 2006

"Entre lo legal y lo justo...."

El caso de la corporativa Pascual es ya muy conocido. Un caso de expropiación contra un caso de amparo. La corte falla a favor del amparo. En esta columna de Sergio Sarmiento se narra bien algo del caso, por lo que no voy a entrar en detalles. Lo importante de aquí es que después de la resolución de la corte, el candidato del PRD a la presidencia de la república, Andrés Manuel López Obrador dijo que "corte había actuado mal, que no actuaba con sensibilidad social". Creo que está fuera de discusión cuál es el papel de un tribunal de justicia, el cual no es otro que aplicar la ley, pero para el popular personaje no lo es.

Pero eso no es lo principal del asunto. El problema es la poca coherencia que se maneja con el nuevo problema que se sucita sobre el hotel María Isabel Sheraton en la Ciudad de México. Después de todo el problema ocurrido con los cubanos, la SRE y el gobierno federal, la delegación decide clausurar el lugar por motivos como:

-Los cajones del estacionamiento no son suficientes.
-Los menú no incluyen opción Braille.
-Que sí tienen un Programa de Protección Civil, pero no está autorizado por la delegación.
-3 mil metros de más de construcción
-Que los bares no tienen licencia (2)
-Que no cuentan con salida de emergencia con sistema de apertura rápida

Aquí se abren dos preguntas: la primera es ¿Realmente cumplen con esos requisitos los demás inmuebles de la "ciudad de la esperanza"? ¿Por qué con Pascual sí y con el Sheraton no? Los dos tienen muchos empleados. Voy a tratar de contestar ambas preguntas. A la primera pregunta creo que un rotundo no. Por lo regular la reglamentación mexicana es cercana a lo ridículo, es sólo un intento más de la burocraca de darse más importancia de la que deberían de tener. Considerando que el Sheraton es uno de los hoteles más prestigiados que hay, suena poco probable que otros de igual o menor calidad sí cuenten con todo lo demandado por la H. Delegación.

La segunda pregunta es aún más sencilla: Pascual sí porque representa una ventaja política y Sheraton no porque también representa una ventaja política. A la vieja usanza priista, el PRD siempre ha tenido buena relación con los sindicatos en los lugares donde gobiernan, dándoles a éstos votos de favor que el resto de los mortales no tenemos. Ese es el caso de la Cooperativa Pascual. En el caso del Sheraton se usa todo un discurso de la soberanía nacional y la siempre afrenta que representa para la pobre nación mexicana el malvado imperio norteamericano. Si a esto le añadimos que el problema tiene que ver con la romántica y paradisiaca Cuba, pues se cocina un perfecto caldo de oportunidad política para cerrar el lugar bajo cualquier motivo, así quedan ante la ciudadanía como los verdaderos defensores de la patria. Pero lo hipócrita del asunto es que cientos de personas acabarán desempleadas por la acción del GDF, que ahora se escuda bajo el lema de "aplicación de la ley sin miramientos" cuando hace poco era más importante la "sensibilidad social".

La ley tiene que ser aplicada y punto. Pero cuando una ley es estúpida lo más probable es que esa ley va a ser violada constantemente. Sí, tiene que ser aplicada la ley con el Sheraton. Pero también se necesita que en este país se reconozca y se proteja la propiedad privada, que incluye el negarle el acceso a quien se te de la gana, condición necesaria para el funcionamiento de la economía y seguridad para el inversionista.

Tuesday, February 07, 2006

Libertad de prensa VS fundamentalismo... quién ganó?

Como todos ya sabrán, hace unos días se publicaron en diferentes diarios europeos unas caricaturas del profeta Mahoma, autoría de un caricaturista danés. Estos dibujitos causaron un gran revuelo entre ciertos grupos del mundo islámico, sobre todo en los sectores más fundamentalistas, quemando embajadas danesas y amenazando de muerte al caricaturista. Mi opinión sobre el tema es prácticamente la misma al cartón dominical de Paco Calderón, por eso no voy a ahondar mucho en eso.

Lo preocupante no es que un grupo de locos extremistas quieran destruir todo aquello que les molesta. Eso lo sabemos todos, tanto de los fundamentalistas islámicos en Medio Oriente, como el fundamentalismo cristiano del grupo más conservador y belicista de los EEUU. La pregunta aquí es: ¿están ganando? Me hago esta pregunta por un motivo principal: el cartón ilustrado de Calderón fue censurado por el diario Reforma. No sé si fueron amenazas o simplemente es un ataque de corrección política. No voy a discutir el derecho de Reforma a publicar lo que se les antoje, ya que no viene al caso. También me hago esa pregunta al ver en los noticieros las diferentes reacciones por lo sucedido. Me sorprendió (bueno, no tanto) ver a diferentes académicos indignadísimos de lo que hicieron los daneses, ya que era una "falta de respeto" y una "muestra de intolerancia" hacia otras culturas; hay que señalar que sin defender a los extremistas criminales, pero sí justificando su rabia y odio. ¿Pero por qué sería una de las obligaciones de un caricaturista, o de cualquier otra persona que trabaje en los medios de información, conservar la corrección política y pretender no ofender a nadie?

Tal parece que la libertad de opinión no es un valor muy arraigado en aquellos que se creen dueños de la corrección y de las formas. Esos académicos y líderes de minorías en lugar de justificar odios (y no digo que no actos) deberían de darle a entender a sus seguidores conceptos tan básicos en el Occidente, que es a fin de cuentas donde viven, como son la tolerancia y la libertad de opinión y prensa. Pero tal parece que no es tan redituable eso, ya que son esas rencillas las que hacen que tengan importancia y relevancia estos tipos en sus comunidades, así como una voz contestataria de parte de algunos académicos, que con su relativismo hipócrita tratan de darle un sentido a cualquier acto por más salvaje que sea, al mismo tiempo que minimizan las mismas estructuras de la civilización occidental reduciendo su intrínseco valor a meras circunstancias. Estos individuos que se ufanan de estar al margen de toda crítica de valor, aplican lo mismo para criticar a ciertos grupos, individuos o sectores de la sociedad que simplemente no comparten su corrección política.

Entonces, la respuesta a la pregunta creo que no será satisfactoria, ya que actos como el del Reforma en México, país donde el riesgo no es tan alto, ya que no tiene una comunidad musulmana tan alta como en otros países (sin olvidar que no por ser musulmán se es un radical), dan a entender que la guerra la está ganando la intolerancia.