Ahorita que tras el descenso de River Plate a la 2da división argentina se ha desatado la locura colectiva, se me viene a la mente aquello de que a veces el futbol saca lo peor de las personas. A mí no me queda eso tan claro. A lo largo de los tiempos la historia nos ha demostrado una y otra vez que la gente se porta de manera irracional un día sí y el otro también. En incontables ocasiones los resultados han sido catastróficos, a veces con linchamientos, otras veces hasta en genocidios. Las causas son varias aunque por lo regular hay factores comunes: religión, ideología, nacionalismos exacerbados, etc.
El futbol aparece como deporte de masas en el siglo XX y es en la segunda mitad donde va tomando cada vez un lugar más preponderante hasta convertirse en el principal espectáculo deportivo del mundo entero. A mí entender la gente sigue siendo gente, el idiota sigue siendo idiota y el futbol absorbe una buena parte de la locura colectiva inherente a las sociedades (no solo sucede con el futbol, hace unos días hubo desmanes en Vancouver por un equipo de hockey y supongo que el rugby no se ha de quedar tan atrás). Hace menos de 100 años los muy civilizados europeos salieron a las calles de las ciudades principales para festejar que por fin su país se iría a la guerra. Aquí una imagen de ello, a ver qué se les viene a la mente. De todo ha pasado entre aquello y hoy. Ahora salen a la calle para festejar sus victorias en la Euro, Champions o Copa del Mundo. Ese sentimiento sigue siendo una descarga emocional por demás irracional ("ganamos!!", en serio?), parte de nuestra naturaleza humana.
Ahora tenemos instituciones más sólidas que impiden que el cavernícola que traemos dentro tome control de la vida pública. Sin duda alguna el desmadre relacionado al futbol es real y ocasionalmente puede pasar a ser un problema algo serio. Hasta hay registros de auténticas tragedias que han elevado las normas de seguridad para cierto tipo de eventos. Pero de ahí rara vez pasa, de hecho son raras las tragedias de ese tipo.
Hablando de instituciones, lo que más me llama la atención es que las autoridades argentinas no hayan tomado las precauciones necesarias para contener a los hinchas de River Plate a sabiendas que era casi un hecho que descenderían y que posteriormente se portarían como una turba de orcos. Antes de apuntar contra el futbol o contra quien ya sabes que se portará de cierta forma, no dejemos de perder de vista de que este tipo de reacciones seguirán existiendo y que siempre habrá alguien que no haga su trabajo.
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