Sunday, April 16, 2006

La falacia de la legislación laboral

En las últimas semanas se desató un problema en Francia con relación a una nueva ley laboral. Lo que proponía esta nueva legislación era la facilidad en el despido para los jóvenes en sus primeros dos años de trabajo. De entrada puede sonar aterrador para muchos, pero veamos el caso de Francia, ya que su legislación laboral no es del todo distinta a la mexicana. Francia es un país que si bien es de primer mundo, con una economía desarrollada, tiene más de 20 años con una tasa de desempleo de dos dígitos. Esto es en la población en general, pero en el sector joven de la población la tasa es mucho mayor, y es aun mayor en las minorías jóvenes, alcanzando hasta un increíble 50% en este último grupo. Se tiene la creencia de que el Estado puede garantizar la seguridad mediante un decreto: que si horas de trabajo, o vacaciones, un salario mínimo alto y una infinidad de regulaciones supuestamente creadas con la mejor intención de proteger al trabajador.

Desgraciadamente no es mediante el decreto oficial que se logra la mejoría en el nivel de vida de los trabajadores, es la competencia la que determina el nivel y la calidad de los trabajos y sueldos. Sin embargo, una excesiva legislación laboral inhibe a la competencia, creando problemas como el alto desempleo en Francia o las malas condiciones en países como los latinoamericanos. Esto no significa que no deba de haber legislación, pero esta tiene que estar destinada a promover la competencia, no a delimitarla. Es curioso que los grupos que más protesten contra reformas laborales sean los sindicatos, esos monstruos corporativos que se mantienen gracias a los privilegios que tienen, pero que no cuenta el resto de la población con ellos.

Si bien una jornada de trabajo establecida o las condiciones sanitarias en las que se desarrolle el mismo, puede que no sean limitantes a la competencia, mucha de la legislación sí lo es, resultando contraproducente para las personas que supuestamente iban a ser protegidas por la buena voluntad de un grupo de burócratas preocupados por el bienestar de la sociedad a la que representan.

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Sunday, April 02, 2006

Zinn y el siglo XIX americano

En el libro de Howard Zinn La otra historia de los Estados Unidos, en su análisis sobre el siglo XIX, el enfoque principal que hace son los diversos problemas que surgieron en la clase obrera norteamericana. Plantea cómo se enfrentaron estos problemas por parte de los diversos grupos obreros hasta el nacimiento de los sindicatos, que surgen de los antiguos gremios.

Si bien se estaba desarrollando la economia a pasos agigantados, la clase obrera todavía vivia en malas condiciones. Menciona Zinn diferentes conflictos que fueron enfrentados en algunas ocasiones de forma violenta por parte de las autoridades. Los EEUU habían experimentado un crecimiento poblacional y de desarrollo industrial a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Para el año de 1840 la población del país llegaba a los 11 millones, siendo la ciudad de Nueva York una de las más grandes y pobladas.

Uno de los principales problemas era la migración masiva, que ante el aumento de la oferta laboral era imposible satisfacer todas las necesidades y darles trabajo a todos. Esto causó que los salarios disminuyeran el algunos campos, pero peor aún, muchas personas se quedaron en la calle, literalmente hablando. Debido a estas malas condiciones aparecieron brotes de enfermedades que se propagaron en epidemias. Al mismo tiempo había otra clase social que estaba emergiendo debido al gran crecimiento económico: primero fue el trabajador urbano, posteriormente dio lugar a lo que se conoce como al trabajador de "cuello blanco", es decir, el empresario. Una nueva clase de comerciantes y empresarios estaba surgiendo para convertirse en el grupo económico más rico en la historia de la humanidad.

El problema fue que mientras unos se enriquecían, la clase obrera no notaba un cambio sustancial en sus vidas. Los trabajos eran pesados y en malas condiciones, con salarios bajos, cuenta Zinn como algunas personas ganaban 1 dllr por semana. Pero el problema que plantea Zinn no me parece analizado de manera correcta. Si bien las condiciones laborales eran arduas durante el siglo XIX, no podemos juzgarlas desde los estándares manejados hoy en día. Tendríamos que partir del cómo eran anteriormente, y definitivamente no se puede encontrar momento anterior en la historia donde la gente vivía mejor. Las condiciones laborales eran malas, pero eran mejores a las que existían anteriormente, sin olvidar que mientras pasaban los años, cada vez más y más productos se volvieron accesibles a personas que antes sólo hubieran podido soñar con verlos. Zinn habla de diferentes crisis a lo largo del siglo (1937, 1957, 1973), sugiriendo que son inherentes al "inestable" sistema capitalista. Hay estudios que indican que el origen de estas depresiones se originaron desde la oferta monetaria por parte del Estado. No es casualidad que cada crisis sea aproximadamente cada 20 años, lo que nos habla del cumplimiento de ciertos ciclos, hoy llamados ciclos financieros.

También existen estudios sobre las condiciones en el siglo XIX y del nivel de vida del grueso de la población norteamericana. Si bien eran arduas y pesadas las condiciones laboraes, se puede comprobar cómo el nivel de vida, de trabajo y los salarios fueron mejorando al pasar de los años. Al principio del capítulo Howard Zinn mencionó que se pagaban desde 1 dllr a la semana, pero luego con toda ligereza más adelante en el mismo capítulo menciona que se pagaban entre 1 y 2 dlls diarios, mencionando ambas situaciones como los salarios más bajos pagados a migrantes, por lo regular a migrantes que ni siquiera hablaban inglés. No le pareció pertinente mencionar que el salario más bajo se había multiplicado varias veces al pasar de los años; por supuesto que no menciona lo que ganaba el promedio de la población, la clase media emergente, que era una cantidad superior a las mencionadas y que también fue experimentando cambios positivos.

También da a entender Zinn que el siglo XIX fue una época de caos, donde unos vivían y los demás morían, que era una situación insostenible y a punto de estallar. Definitivamente existieron diferentes movimientos obreros a lo largo del país, los cuales después se organizaron en sindicatos, que sí, lograron de alguna manera mejorar la situación laboral para ellos. Pero, y qué pasaba con el resto de los trabajadores? Sabemos que la mejora en las condiciones laborales, sueldo, sanidad, etc. fue prácticamente general en los países industrializados con el pasar de los años. Zinn le atribuye equivocadamente este éxito a los sindicatos, lo cual es falso, ya que si bien los movimientos obreros tuvieron mucho ruido y fuerza en esos tiempos, nunca llegaron a representar a más del 25% de la fuerza laboral norteamericana.

Aunque es mencionado en el texto, no hace mucho énfasis en el hecho de que si bien había hombres que estaban haciendo una cantidad de dinero descomunal, también en esa misma época aparecieron diversas organizaciones de caridad, algunas de las cuales persisten hasta nuestros días, tanto en Europa como en los EEUU. La gran mayoría de la población sabía leer y escribir, inclusive sin un sistema de educación pública y gratuita impartida por el Estado. La Cruz Roja Internacional fue una de las tantas organizaciones altruistas que aparecieron en ese tiempo.

Es una realidad lo que menciona Zinn sobre el gobierno de los EEUU: trabajaba (y lo sigue haciendo) para defender los intereses de los grandes consorcios y corporaciones, como fueron los subsidios y aranceles que limitaban la competencia extranjera. También tiene razón sobre los diferentes problemas que surgieron, las condiciones de trabajo, etc. Pero definitivamente no se pude resumir al siglo XIX como una "lucha de clases". Mucho menos hablar de ese siglo como un periodo de caos generalizado.